Jesús está vivo y quiere una relación contigo

Jesús no quiere que vivas en una religión. Él quiere que lo conozcas porque quiere tener una relación personal contigo.

No hace falta ser perfecto para acercarse a Dios. Él te acepta como eres y te ama con amor eterno porque desde el vientre de tu madre te escogió (Jeremías 1:5).

Tienes que saber que eres una persona especial, tu nombre está esculpido en la palma de la mano del Señor.

Él todo lo sabe de ti y tiene hasta tus cabellos contados. Nada le puedes esconder.

Cuéntale cómo estás y cómo te sientes. Abre tu corazón. Él no va a juzgarte.

Sus brazos están extendidos para abrazarte y una vez que lo haga, te dará la mano para levantarte.

La salida a esa situación por la que estás atravesando está en Jesús. ¡Jesús está vivo!

“Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.

Con mi voz clamé a Jehová,
Y él me respondió desde su monte santo. Selah

 Salmos 3:3-4”.

Dios siempre te responderá, aun cuando guarda silencio, está diciendo algo. Así que suelta la carga, entrégasela en oración.

¿Qué es orar?

Orar es hablar con Dios. Sí, hablar como lo haces con otra persona. Jesús no es algo, es alguien, es una persona. Él es el verbo, el Alfa y Omega. Todo fue hecho por Él y para Él.

Así que podemos acercarnos confiadamente al Trono de la Gracia.

Hebreos 4:16 nos enseña que cuando nos acercamos a Dios encontramos el oportuno socorro.

“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”, Hebreos 4:16.

Jesús abrió el camino al Padre cuando murió en la cruz. Por eso, es que hoy día podemos orar y tener la certeza de que Él nos escucha y está junto a nosotros.

Abre la puerta

Apocalipsis 3:20 dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”.

Si le entregas tu vida a Jesús en este mismo momento, Él entrará en tu corazón y no serás el mismo.

El cristianismo no es una religión, el cristianismo te invita a tener una relación personal con Cristo.

No es lo mismo decir que crees en Dios de la boca para afuera, que conocerlo verdaderamente porque ha hecho cosas que nadie podía hacer en tu vida, tu familia, tu empleo, tu carrera, etc.

Claro está que no le verás el rostro físicamente, pero sí puedes sentir su Presencia.    

Y su Presencia lo cambia todo.

Para el que cree todo es posible y si te decides por Cristo, serás una nueva criatura.

¿Esperas un milagro?

Hay buenas noticias, Jesús está vivo y es el autor de los milagros.

Ora con fe, perseverancia y no te rindas cuando todo te dice que no nada pasa.

Cuando oras con fe el cielo se mueve a tu favor.

Dios dispone su ejército de ángeles a tu favor cuando te arrodillas y clamas a Él.

Hay milagros que suceden rápido y otros toman más tiempo, pero para Dios nada es imposible (Lucas 1:37).

Así que, si estás esperando que algo pase en tu vida, que las cosas cambien, que te sanes, o que tu familiar se levante de esa cama, entonces hoy es el día de tu milagro, sólo clama y Jesús te responderá.

No se trata de magia, se trata de FE. La fe hace que los montes se muevan y la situación cambie a tu favor.

Nadie te conoce mejor que Jesús.

Así que si haz intentado llenar el vacío en tu vida con cuanta cosa te encuentras y sigues igual, déjame decirte, que te falta conocer a alguien, a Jesús.

No importa el lugar donde estés, el país donde estés, la circunstancia por la que estés pasando, hoy quiero presentarte a Jesús, el autor y consumador de la FE.

Si lo dejas entrar a tu corazón y crees en que Dios lo levantó de los muertos y está sentado a la diestra del Padre, entonces di:

Señor Jesús, reconozco que he pecado, me arrepiento, creo que tú eres el Hijo de Dios, haz de mí un odre nuevo, enamórame de ti, ayúdame a cambiar, quiero serte fiel, por favor escribe mi nombre en el libro de la vida y no lo borres jamás, en el nombre de Jesús, amén y amén.

La vida cristiana te invita a morir cada día a ese viejo yo, por eso, muchas personas la ven como una religión que te prohíbe cosas, pero no es así. Se trata de una relación personal con Jesús.

Ser cristiano es nacer de nuevo. Renunciar a lo malo y dejar que Dios obre en tu vida para ser un hombre, una mujer nueva.

Tu testimonio dice más que mil palabras.

Diana Amador –  Nissi Channel