Cómo creer mientras espero… | Proverbios 16:3 | Nissi Channel

Cómo creer mientras espero?

Por: Diana Amador

La espera en Dios es retadora, generalmente, cuando escuchamos la palabra esperar pareciera que entendemos desesperar…

Inmediatamente buscamos soluciones rápidas en nuestra mente y comenzamos a hacer planes para resolver todo y finalmente estar tranquilos.

Pero, ¿Qué pasa cuando las cosas se salen de control y no podemos tomar el timón de nuestra barca?

¿La fe es nuestra opción o actuar con ligereza?

La Palabra de Dios dice: «Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados». Proverbios 16:3.

Aquí vemos el primer secreto para aprender a esperar: Encomendar a Dios, es decir, soltar, entregar, darle a Dios la potestad sobre eso, dejar que Él tome el control del asunto.

Una vez que hagamos esto Él mismo afirmará nuestros planes, su respuesta será un Sí o un NO. En ambos casos la voz de Dios siempre nos guiará hacia lo correcto.

Es muy probable que ese No del Señor cause enojo, impotencia, amargura o frustración, según sea el caso, pero sólo hasta que vemos el panorama completo logramos comprender que cuando Dios dice No también es una forma de amarnos.

¿Cómo creer mientras espero?

Cómo creer mientras espero

Entonces, ¿la fe y la toma de decisiones rápidas no van de la mano?

Todo depende, hay momentos donde debemos tomar decisiones acertadas y tenemos poco tiempo, sin embargo, en nuestro interior está esa voz interna que nos dice hiciste lo correcto.

Pero hay otros casos donde es necesario esperar para ver cuál es la voluntad de Dios.

Veamos un ejemplo: Supongamos que hay un incendio y tienes la oportunidad de salvar a alguien que así como tú está asustado, herido, no es necesario preguntar a Dios si lo ayudas o no, ahí es oportuno actuar pronto y luchar juntos para salir de ahí.

Ahora imaginemos que estás a punto de elegir a esa persona que tanto te gusta y tienes tiempo esperando. Pero, has recibido señales de que no es la indicada, muy en el fondo sabes que hay algo extraño en ella o en él, pero aún así lo quieres para ti.

Entonces comienzas una relación y al paso del tiempo las cosas salen terribles, terminan mal y le preguntas al Señor ¿Por qué no impidió que te juntaras con esa persona?

El asunto aquí es, ¿Le hiciste caso a la voz de Dios que te daba señales de advertencia o preferiste satisfacer tus propios deseos?

1- Busca al Señor con todo tu corazón | Cómo creer mientras espero…

Acude al Señor en oración, derrama tu corazón en su presencia porque sólo en ella hay plenitud de gozo.

«Pero yo acudiré a Jehová; esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá», Miqueas 7:7.

Saber y creer que Dios oye nuestro clamor, que sus oídos están prestos a cada súplica y que siempre responde debe darnos la fuerza para continuar cuando nuestra única opción es creer.

Quienes están en la cama de un hospital y se aferran a un milagro que el dinero no puede comprar, sólo pueden decidir dos cosas: Creer en Dios y confiar o desistir y dejarse morir.

2- Adora mientras esperas | Cómo creer mientras espero

La adoración es un arma de guerra, cantar al Señor elogiando su grandeza, su poder, dominio y autoridad hará que tengas nuevas fuerzas, aumentará tu fe.

La adoración también rompe cadenas porque le estamos cantando al Dios vivo de Israel.

Mientras tú le cantas a Dios con fe, creyendo que Él hará, suceden cosas extraordinarias. ¡Atrévete a cantar a bajo la lluvia!

Cada dolor que vivimos, cada prueba por la que pasamos tiene una melodía, esa melodía que nos invita a ponernos de pie, a volver a intentarlo, volver a creer.

Cuando David adoraba con su arpa y su voz todo lo que oprimía al rey Saúl se iba porque la adoración aturde a las tinieblas.

«Sucedía que cuando el espíritu malo de parte de Dios venía a Saúl, David tomaba el arpa, la tocaba con su mano, y Saúl se calmaba y se ponía bien, y el espíritu malo se apartaba de él», 1 Samuel 16:23.

¡Abre tu boca y alaba al Señor!

3- Medita en esta pregunta ¿Quién es Jesús para ti?

El mundo ve a Jesús desde su propia perspectiva, hay quienes lo ven y describen como un filósofo, un maestro revolucionario, un predicador más, un profeta.

Pero en Mateo 16:16 vemos a Jesús como Él es.

«Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos».

De la forma en como veamos a Jesús es como vamos a tratarlo y esperar algo de Él.

Es decir, si lo vemos como un maestro, apreciaremos su enseñanza, su consejo, pero no habrá mayor cambio en nosotros o nuestra actitud.

Si lo vemos como filósofo será esa fuente de frases célebres para citar cuando creamos necesario o queramos resaltar en un lugar con pensamientos profundos.

Pero, si lo vemos como el Hijo de Dios que está sentado a la diestra del Padre, aquel tiene el poder sobre la vida, la muerte, lo alto, lo profundo, sobre todo principado, potestad, demonio, etc,.

Entonces conoceremos su amor, su poder, su Gloria sobre nuestra vida y nuestra confianza estará puesta en el Dios que no improvisa, que sabe lo que hace y que siempre tiene una estrategia para darnos la victoria en cada batalla.

¿Quién es Jesús para ti? 

¿Es el carpintero de Nazareth o el hombre que se entregó por amor y resucitó al tercer día para darte vida?

4- Aférrate a su Palabra | Cómo creer mientras espero…

La Palabra de Dios es viva y produce cambios reales en nuestro ser. Por eso, cada vez que estés triste, alegre, etc., lee la Biblia y pídele al Espíritu Santo que te guíe.

Aferrarnos a su Palabra y declararla en voz alta mientras la creemos en el corazón hará que nuestra fe aumente y que las tinieblas retroceden.

Nada le es más peligroso al diablo que un creyente con su armadura bien puesta.

Te regalo estos pasajes bíblicos que te ayudarán a confiar en los tiempos difíciles y a cómo creer en el Señor mientras esperas tu respuesta, tu milagro.

1- Suelta toda ansiedad en las manos de Dios, 1 Pedro 5:7, nos recuerda que Él tiene cuidado de nosotros.

2- Entrega todo temor, angustia y falta de fe en Él…

«Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias», Salmos 34:4-7.

3- Recuerda que aunque el gigante se vea enorme y amenace de forma enorme, el poder de Dios derrota toda oscuridad.

Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en Dios y no siento miedo.
¿Qué puede hacerme un simple mortal?

Salmos 56:4.

Mientras el diablo te mira y juzga por las etiquetas, es decir, tu pasado, tus errores y desaciertos, Dios te llama por tu nombre y por el propósito que tienes en Él.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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