El poder de la oración | Nissi Channel
El poder de la oración
Diana Amador – Nissi Channel
Cuando oramos estamos hablando con Dios, estamos reconociendo que Él es más grande y que todo aquello que necesitamos lo tiene Él.
Dios es nuestro padre, nuestro Rey, Libertador y todo. No hay nada que podamos hacer si Él no está presente en nuestras vidas.
La oración es un arma poderosa, capaz de cambiar a nuestro favor una circunstancia. La fe y la oración van de la mano.
Comienza a orar por esa persona, por esa situación, por esa ciudad y país.
Dios no dejará en vergüenza a quienes confían en Él, atrévete a ser cambiador de ambiente.
No importa si ese alguien por el que estás orando tiene un corazón duro, Dios es capaz de transformarlo. No te rindas.
La oración de fe salva al enfermo
Dios nos enseña en su palabra que la oración del justo puede mucho y que si uno entre nosotros está enfermo, debemos orar y la oración de fe salvará al enfermo.
Por eso, no dudes en declarar la Palabra del Señor en todo momento. Abre tu boca para lo bueno.
Si tienes fe como un grano de mostaza, entonces Dios moverá todo a tu favor. Verás su Gloria.
Las cosas no suceden de un momento a otro, pero tú oración puede provocar ese de repente de Dios que cambia la vida para siempre.
El orar por uno mismo y por los demás conmueve al Señor. La oración es esa línea directa con el cielo.
Es tiempo de conectarse con el Todo Poderoso y permitirle que obre.
Las oraciones nos alcanzan
Una de las escenas más impresionantes en la Biblia, tiene que ver con un romano y con Jesús, el Hijo de Dios.
Este romano era un militar, un centurión, sin embargo, cuando vio a Jesús reconoció la unción que había en Él, así como su autoridad… Veamos lo que dice Lucas 8:5-13.
Se acercó y le dijo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado.
Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará.
La fe de este centurión impactó a Jesús, quien se maravilló de esa reacción e inmediatamente envió la palabra. Desde ese momento el criado de aquel hombre, que además representaba al imperio más cruel de ese entonces, fue sanado.
Este centurión hizo la oración frente al propio Jesús, tú puedes hacer lo mismo hoy día, pues aunque no lo podamos ver, lo podemos sentir.
Y mediante la fe recibimos esas promesas plasmadas en Su Palabra (La Biblia).
¿Por quién estás orando? Si no ves resultados sigue, no te detengas, Dios tiene un tiempo especial para ese milagro que estás anhelando.
No obstante, recuerda mantenerte enfocada en lo que aún no ves, si pones la mirada en lo que está ante tus ojos te vas a desconcentrar. Pero, si pones tus ojos en Jesús, tendrás la fe y la valentía para creer y resistir.
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