Abuelita cose batas y mascarillas para proteger a personal médico del COVID19 | Nissi Channel
Abuelita cose batas y mascarillas
Diana Amador – Nissi Channel
Filomena es la abuelita que se ha hecho viral en las redes sociales gracias a su generosidad y solidaridad en tiempos de Coronavirus, pandemia que está azotando a la humanidad en este momento.
A sus 96 años, esta abuelita comenzó a coser batas de laboratorio y mascarillas para ayudar al personal médico que está combatiendo el COVID-19 en España.
Nacida y residente en Sonseca (provincia de Toledo, España) Filomena proviene de una familia con varias costureras. Labor que ama y usa para ayudar en tiempos de adversidad.
Ella vivió la Guerra Civil española siendo muy joven y, con «96 años y pico, algunos ya de regalo», como ella misma dice, se enfrenta a una guerra biológica.
«Estamos haciendo lo que podemos», dijo a EFE, tras ser entrevistada.
Esta abuelita está consciente de que hace falta este tipo de material en el sistema de salud, así que decidió coser porque:
«Hay que ayudar a ver si vale de algo», expresó.
Cómo surge la idea
La idea de volver a coser surge al ver que la cuñada de uno de sus nietos es enfermera y trabaja en Hospital de Toledo.
La joven llama a la familia de su novio para pedirle ayuda a las modistas de su casa ya que no contaban con suficiente material para protegerse.
La enfermera logra comprar dos rollos de una tela similar al plástico -un material impermeable que protege-, y lo reparte entre su madre, que también cose, y las familiares de su novio.
Manos a la obra – Abuelita cose batas y mascarillas
Una vez que el material llega a casa de Filomena, una de sus hijas corta y cose las batas…
Mientras que la abuelita las remata y pone «las gomas en las mangas y tiras en el cuello», cuenta.
Estas mujeres hacen 19 batas en un día.
Filomena ha vuelto a encender su máquina de coser Singer para unirse a una labor que busca traer esperanza y respuesta en medio de una crisis sanitaria que afecta al mundo entero.
Abuelita cose batas y mascarillas
Esta abuelita conserva su gran sentido de la vista aunque no así, el del oído.
Por lo que coser es la actividad que la mantiene activa y conectada a algo que hace desde temprana edad.
Y es que, desde que era una niña aprendió el oficio viendo a sus familiares. Así como incursionó en la elaboración de mazapán (un dulce típico de España).
La segunda guerra que vive
Cuando tenía 12 años vivió la Guerra Civil española, evento que no olvida porque la casa donde vivía era la última del pueblo y colindaba con el cementerio.
Ahora, casi un siglo después se enfrenta a una nueva guerra, pero de carácter biológico.
«Son distintas, pero en la guerra teníamos que coser de todo para los militares (capotes, gorras, jerséis) y la gente no podía salir de su casa porque había dos bandos contrarios y no querían que la gente se escapara», recuerda.
Mientras que ahora:
«La gente tampoco puede salir porque huye de la enfermedad», dijo a EFE.
Sin embargo, tiene claras las diferencias:
«Entonces mataban a gente por cualquier cosa y ahora mata un virus».
Iniciativas como la de Filomena Martín y su familia son las que se transforman en alternativas, soluciones, en medio de una situación difícil en la que abunda la queja y el pánico.
Con su acción, esta abuelita ha demostrado que la solidaridad no tiene edad y que un oficio como el suyo marca la diferencia en este tipo de escenarios.
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